El crisol es uno de los instrumentos de laboratorio que está diseñado para para calentar, fundir, quemar, y calcinar sustancias a altas temperaturas (llegando incluso a los 1500°C). Este instrumento está hecho de de grafito con cierto contenido de arcilla.
En los laboratorios donde se realizan análisis químicos, los crisoles se emplean en las determinaciones gravimétricas cuantitativas (análisis midiendo la masa de la sustancia a analizar).
Hay un cierto tipo de crisoles que poseen pequeñas perforaciones en su parte inferior (o fondo), estos sirven para ser empleados en la filtración, en especial en los análisis gravimétricos
Algunas características de los crisoles son:
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Muy buena resistencia química.
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Expansión térmica mínima.
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Alta resistencia a los choques térmicos.
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Temperatura máxima de funcionamiento: 1100 ° C.
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Acristalamiento.