El refrigerador en los laboratorios es uno de los equipos mas importantes. Su función consiste en mantener, en un ambiente controlado (espacio refrigerado) diversos fluidos y sustancias, para que los mismos se conserven en buenas condiciones (mientras mas baja sea la temperatura, menor actividad química y biológica).
Para lograr esto se requiere que la temperatura interior del refrigerador sea inferior a la temperatura ambiente. En el laboratorio se utilizan diversas clases de refrigeradores que podrían agruparse dentro de los siguientes rangos:
- Refrigeradores de conservación funcionan en el rango de 0°C á 8°C.
- Refrigeradores de baja temperatura funcionan en el rango de 0°C a -30°C
- Refrigeradores de ultrabaja temperatura funcionan en el rango de 0°C a -86°C
Dependiendo de las actividades que realice el laboratorio, debe seleccionarse el refrigerador que resulte apropiado a sus funciones. Por ejemplo: Si se requiere conservar sangra entera, basta utilizar un refrigerador conocido como de Banco de sangre, que proporciona temperaturas comprendidas entre lo 0°C y los 8°C. Por el contrario, si se requiere conservar una cepa particular, es necesario un refrigerador de ultrabaja temperatura.
refrigerador de banco de sangre
Los refrigeradores resultan indispensables para conservar sustancias biológicas y reactivos. En el presente capítulo se tratarán los aspectos de operación y mantenimiento de los refrigeradores de conservación y de los refrigeradores de ultrabaja temperatura.
Importancia del refrigerador
Básicamente, los refrigeradores son utilizados para la conservación de sangre y derivados, líquidos biológicos y tejidos reactivos, químicos, biológicos y cepas. La actividad química y biológica, por lo general es mas alta cuanta mas alta sea la temperatura. Por esta razón, al reducir la temperatura, se logra controlar el efecto que la misma tiene sobre las sustancias cuya composición y estructura se quiere conservar. En el laboratorio los sistemas de refrigeración se usan para la conservación de sustancias como reactivos y elementos biológicos que, de mantenerse en condiciones de temperatura ambiente, se descompondrían o alterarían sus propiedades.
La refrigeración, como técnica brinda las condiciones mediantes las cuales es posible conservar aquellos elementos que como la sangre y sus derivados son necesarios para el diagnostico, la investigación y la prestación de servicios de salud. En consecuencia se pueden obtener rangos de temperatura extremadamente bajos, como los utilizados para la conservación de cepas (-86°C) o temperaturas que oscilan en el rango de los 0 y los 8°C, que son suficientes para conservar reactivos y diversos productos biológicos.